Hace unos años, escuché una noticia en la que decían que el ártico estaba derritiéndose. Tiempo después, algunos profesores nos ponían documentales sobre este tema pero había gente a la que no le daba importancia, otros si pero no pensaban mucho en ello…
Lo mismo sucede fuera de las aulas, en muchos medios escuchamos sobre el ártico, el calentamiento global… pero no queremos pensar en el futuro, solo nos fijamos en nuestros problemas actuales. Pero, ¿qué importancia tendrán estos problemas del día a día si se acaba el planeta? ¿Somos de verdad conscientes del peligro existente?
Muchos informes de diferentes ONG´s, muchos artículos de diversos periódicos… muestran las causas y las consecuencias del calentamiento global.
Greenpeace, por ejemplo, en su campaña “Salvemos el ártico” dice que el Ártico se está derritiendo más del doble de rápido que el resto de regiones del mundo y que, en los últimos 30 años, hemos perdido tres cuartas partes de su hielo.
Además, también hablan sobre que el hielo marino Ártico alcanzó su extensión mínima histórica.
¿Y a que conlleva? Esto hace que el océano Ártico sea más accesible a actividades destructivas como la extracción de petróleo o la pesca comercial de arrastre.
Greenpeace también señala porque es importante que el hielo se mantenga: “El hielo refleja gran cantidad de calor solar hacia el espacio y mantiene así fresco el planeta y estabiliza los sistemas meteorológicos. Actúa también como aislante de la temperatura del Mar Ártico. Por ello, lo que sucede en el Ártico repercute a nivel global. Por tanto, proteger el hielo significa protegernos a todos.”
Greenpeace también expone algunas de las causas y consecuencias: “Además de los cambios “locales” que impactarán directamente sobre la biodiversidad del Ártico y sus medios de vida, habrá cambios “remotos” que afectarán a distintas partes del planeta. En España, el aumento de las temperaturas y la bajada en las precipitaciones afectará a nuestros hábitats naturales, que podrían desaparecer tal y como hoy los conocemos, y afectará a su flora y fauna, además de a actividades económicas como el turismo o la producción de vino. El aumento de incendios, enfermedades infecciosas y plagas son otros impactos que podrían derivarse del cambio climático.”
“Aparte, la extracción de petróleo supone una liberación de más gases de efecto invernadero produciendo más calor y más deshielo. Por otra parte, el afán de los países limítrofes de explotar los recursos petroleros y pesqueros está provocando una amenaza real de conflictos bélicos. Países como Rusia y Noruega ya han anunciado “batallones por el Ártico” para luchar por sus intereses nacionales en el área.”
En el periodico "La Vanguardia" podemos leer un estudio realizado en la Universidad de Sheffield que relaciona el cambio climático en el Artico con los fenómenos meteorológicos extremos en todo el hemisferio norte, especialmente zonas como Europa y Norteamérica. Marco Tedesco, coautor del estudio, explica que: “la pérdida de hielo marino está impulsando los cambios en la corriente en chorro y, a su vez, la corriente en chorro está cambiando Groenlandia; y esto también tiene su impacto en el clima del Ártico y el clima global; estamos ante un sistema fuertemente interconectado y tenemos que estudiarlo como tal”.
Los climatólogos hablan de la “amplificación ártica” como el “conjunto de procesos que hacen que las temperaturas hayan aumentado durante las últimas décadas alrededor de dos veces más rápido en el Ártico que en las latitudes medias”.
En el estudio se dice que una de las causas de este fenómeno es la retroalimentación entre cambio climático y deshielo. De esta forma, al aumentarse las temperaturas, se derrite el hielo del Ártico y deja al descubierto una superficie marina oscura que absorbe la radiación solar y se calienta más.
Finalmente añadir que, según el NSIDC (Centro nacional de Datos de Nieve y Hielo), en noviembre se registró en el ártico unas altas temperaturas, vientos persistentes del sur y un océano más caliente de lo habitual. Desde Octubre, se están dando desviaciones en la temperatura media habitual, la extensión del hielo está disminuyendo rápidamente.
La disminución ha sido de aproximadamente 50.000 km2 y se ha dado lugar sobre todo en el mar de Barents, al norte de Noruega, Finlandia y el oeste de Rusia.
Como podemos observar, el problema es más grave de lo que pensamos y, por lo tanto, deberíamos de prestarle más atención.
No podemos desistir diciendo que “es algo futuro” o que vosotros no podéis hacer nada, si podéis.
Una de las posibles soluciones es sustituir los combustibles fósiles y la energía nuclear por energías renovables, además de utilizar mejor esta energía y nuestros recursos(apagar las luces cuando no hagan falta, no malgastar agua…)
Existen otras soluciones como reciclar, comprar bombillas de bajo consumo (que duran más y gastan menos), no dejar los aparatos eléctricos en standby (desconectando y desenchufando todos los electrodomésticos, televisores, cargadores…), cuando compras un nuevo electrodoméstico hay que fijarse en que posee la etiqueta europea de eficiencia energética (A), no poner la temperatura muy alta (bajar la temperatura en un grado reduce hasta un 7% la factura energética), buscar productos con las etiqueta ecológica europea (es una florecita), utilizar más transportes público…
Además de realizar campañas de información y actuación, concienciar a los demás…
Como pueden ver, existen soluciones y si cada uno pone de su parte se puede conseguir más de lo que creen, recordad que este problema nos afecta a todos y que es nuestra responsabilidad puesto que todos emitimos CO2 ya sea con el coche , con las industrias…
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